jueves, junio 08, 2006

Estabilidad en las reglas de juego

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Por: Ángela María Orozco. (Articulo publicado en el diario El Espectador)

"El gran debate entre Madison y Hamilton acerca de la vigencia y naturaleza de las leyes y la organización del Estado, expuesto en el libro The Founding Brothers de Joseph J. Ellis, está lleno de lecciones para Colombia. Aunque inicialmente Jefferson y Madison compartían la idea de que cada generación tenía su propia soberanía, dándoles a las leyes vigencia de máximo 20 años, con el tiempo Madison fue reconsiderando esta idea al ver que generaría anarquía e iría en contra de la confianza que se requería para consolidar la nueva Nación recién independizada y fraccionada entre Norte y Sur.

"Este debate impregnó muchas esferas. El reporte sobre crédito público de Alexander Hamilton, secretario de Hacienda de la época, propuso centralizar la deuda de Estados Unidos -incluidas las de los Estados Federados- y honrarla a como diera lugar. En su opinión, para que una nación prosperara, la deuda pública debía ser sagrada y honrarse por encima de todo, so pena de no lograr la confianza suficiente para estimular la inversión y acumulación de capital requeridos para crecer. Madison, apoyado por muchos sureños, consideraba inaceptable que los estados perdieran su autonomía al centralizar la deuda, y además inmoral pagar los bonos, expedidos a favor de los héroes de la guerra, que habían sido descontados a tasas muy bajas en el mercado por los especuladores.

"El debate al final fue zanjado a favor de la tesis de Hamilton, gracias al apoyo de Jefferson (y una que otra concesión, como la de ubicar la capital de E.U. en la frontera con Virginia). Jefferson, que venía de ser embajador en Francia, fue testigo de primera mano de la falta de credibilidad de Estados Unidos en los mercados financieros internacionales de la época.

"Lo interesante de este debate no es sólo que ganó la concepción de la estabilidad en las reglas del juego como un activo fundamental de la sociedad, sino que estos principios sigan hoy primando en la mente de los estadounidenses y en el sistema judicial de ese país.

"En octubre del año pasado, en una entrevista en CNN con Stephen J. Breyer, uno de los miembros más jóvenes de la Corte Suprema de Justicia de E.U., de una manera muy sencilla (en lenguaje coloquial), éste explicó el porqué de la timidez de esa Corte para cambiar su jurisprudencia y para revisar la legalidad de las normas: si alguien quería ganarse la vida con una ferretería o una tienda en un barrio, tenía el derecho a contar con unas reglas de juego claras y estables. Si algún día cambiaban la regulación, obligándolo a cerrar su negocio, sencillamente le estarían vulnerando su derecho a ganarse la vida honestamente. Por ello, los cambios en las normas no debían efectuarse sin evaluar el impacto que tendrían en la sociedad en general y en la necesidad de los particulares de contar con estabilidad en las reglas de juego para tomar sus decisiones de vida.

"Es claro que el mayor activo para generar crecimiento y desarrollo es la certeza jurídica y la estabilidad. Con los muchos defectos que pueda tener la sociedad estadounidense, siempre me ha impresionado la fortaleza de sus instituciones y la coherencia de su Corte Suprema. Resulta admirable que una concepción que data de 1790 perdure hoy e inspire a la mayor autoridad judicial de ese país.

El libro de Ellis y la entrevista del juez Breyer -a quien tuve el privilegio de conocer en 2003 en una reunión con mis colegas de estudio- me hicieron reflexionar sobre la importancia de incorporar el concepto de estabilidad como un valor en Colombia. ¿Cómo trabajamos para que todo el Estado, el Ejecutivo, el Legislativo y la Rama Judicial, valoren la certeza jurídica como factor de desarrollo de un país?

"Este no es un tema que sólo beneficie a las grandes empresas o los poderosos. Por el contrario, el que más tiene, está más diversificado. El empresario pequeño y la mujer microempresaria arriesgan todos sus recursos en una sola actividad. Para estos pequeños, la certeza vale mucho más.

"La ley de estabilidad jurídica que se aprobó el año pasado es un buen principio, pero insuficiente. Como sociedad debemos impulsar otras herramientas que estimulen la certeza, tales como la obligación de publicar los proyectos de reforma a las normas y de permitir la participación de los interesados en esos procesos (el TLC con E.U. puede ser un principio). Sin embargo, lo más importante sería incorporar la "estabilidad" como un valor fundamental de nuestra sociedad. Es la forma más legítima de generar crecimiento."

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